EJERCICIO Y CAMBIO HORARIO.

El viaje rápido a través de varios husos horarios lleva a una desincronización de los ritmos circadianos (llamada a veces jet lag). Este desajuste afecta al rendimiento, tanto en fuerza como en resistencia, y en los deportes de equipo (Wright y col, 1983), (no está claro si esta disminución del rendimiento es sólo por la privación de sueño), dando incluso síntomas como cansancio, dolores de cabeza, pérdida de apetito, insomnio y debilidad general. En las primeras 24 horas de un cambio de 6 husos horarios, Graeber (1980) encontró de un 10 a 15% de disminución de rendimiento en tests cognitivos y vuelta a datos normales en el tercer día.







